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miércoles, 11 de julio de 2018

¿QUIERES UN BRONCEADO UNIFORME?

Las radiaciones solares aceleran el envejecimiento de la piel y se hace más necesario que nunca, dejar la superficie de la piel libre de acumulaciones de células muertas, antes de exponernos al sol.

Con la edad perdemos la capacidad para eliminar las células muertas, que se van quedando acumuladas en la superficie de la epidermis, ofreciendo manchas de tonalidad más oscura, sequedad y rugosidad al tacto.

Artículo Ángel Labib. Responsable de tradiciones estéticas de Oriente Medio y Mediterráneo en ElaboraBio y BioVegetalis.

Las acumulaciones de células muertas se muestran más visibles sobre todo en zonas como la cara, marcando más las líneas de expresión y arrugas en la cara y en el cuello. También en los pliegues de la piel del resto del cuerpo.

Las células muertas acumuladas, no sólo tiene efectos estéticos, sino que pueden obstruir las glándulas sebáceas y sudoríparas ocasionando abscesos, granos y barrillos.

A partir de los 30 años, se hace necesaria una exfoliación corporal y facial para ayudar a nuestro organismo a desprender dichas células muertas acumuladas. Una vez cada quince días es suficiente.

JABÓN NEGRO TRADICIONAL DEL HAMMAM ÁRABE.

Es un jabón especial a base de pasta de aceitunas que aplicado con las manos sobre la piel previamente mojada con abundante agua caliente, permite que las células muertas se hinchen y se desprendan con mayor facilidad.

Se aplica una pequeña cantidad que se extiende por toda la superficie de la piel sin frotar (como si nos untásemos con mantequilla). Se deja actuar un minuto o dos y se aclara con abundante agua.

Acto seguido masajeamos la piel con un GUANTE KESSA DE EXFOLIACIÓN SUAVE. Durante el masajeado veremos desprenderse de nuestro cuerpo, como “churritos” de piel muerta.

Seguidamente, aclaramos la piel con abundante agua. Empezaremos a una temperatura caliente, luego progresivamente iremos bajando la temperatura, hasta terminar de aclarar todos los restos de jabón y piel muerta con agua fría.

Nuestra recomendación es usar el JABÓN NEGRO TRADICIONAL DEL HAMMAM ÁRABE, que además de oliva y aceite esencial de eucalipto, tiene glicerina vegetal natural y aceite de bayas de laurel, que es un fabuloso antiinflamatorio.

EN EL CUTIS.

En lugar de frotar la piel con el guante de exfoliación suave, frotaremos enérgicamente con la yema de los dedos o con una ESPONJA DE LUFA NATURAL que hayamos  hidratado antes poniéndola bajo un chorro de agua caliente al menos un minuto. El resto del proceso es identico a la exfoliación corporal.

La lufa para piel sensible que te recomendamos, la puedes ir cortando con un cuchillo en rodajas, para mejor utilización en el peeling facial con el jabón negro hammam.


El peeling facial podremos hacerlo cada 7 días, en lugar del corporal con guante kesa que será suficiente con una exfoliación cada 15 días.

VOLVER A GENERAR EL MANTO HIDROLIPÍDICO DERMOPROTECTOR.

Con la piel muerta, también renovamos el manto ácido dermoprotecto que recubre la parte exterior de nuestra epidermis.
Para que podamos recomponer esa necesaria barrera dermoprotectora natural y que esta sea nueva, con los nutrientes necesarios, libre de contaminantes químicos de la cosmética convencional y libre de contaminantes agrotóxicos, nosotros recomendamos la CREMA CORPORAL BIO CON KARITÉ, UVA Y AGUACATE.


Esta crema corporal BIO, tiene todos los ingredientes vírgenes certificados de producción ecológica.


CONCLUSIÓN.

Antes de broncearnos necesitamos eliminar las células muertas acumuladas en las arrugas y pliegues de la piel, de este modo evitamos que se acentúen las manchas oscuras, el aspecto rugoso, áspero, mate y escamoso, tan poco saludable.

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