jueves, 22 de diciembre de 2011

Baño Hammam


NO TE HA TOCADO LA LOTERIA???!!

No te preocupes, hoy puedes regalarte un tratamiento hammam marroquí y puedes sentirte la persona más sana y limpia de tu barrio. Os vamos a explicar como hacer de vuestro cuarto de baño un auténtico hammam marroquí. Es muy fácil.

Para hacer un baño marroquí auténtico es necesario el SAVON NOIR tipo Beldi como el nuestro. Este jabón es una pasta a base de aceite de oliva virgen, por tanto, muy rico en vitamina E ideal para la hidratación y la elasticidad de la piel.  


El jabón negro hammam que nosotros tenemos tiene además aceite esencial de romero y aceite esencial de eucalipto. Estos aceites, penetrarán en los poros abiertos de la piel para beneficiar a nuestro organismo con sus propiedades organolépticas. Además son dos aceites esenciales que, combinados con el vapor de agua, abrirán las vías respiratorias y mejorarán tu respiración. Por tanto éste, es un baño ideal para personas con gripe, resfriado o con alergias que les impiden tener las vías respiratorias limpias y despejadas. La acción relajante y sedante del vapor de agua también será beneficiosa en este sentido.


Otro elemento fundamental para el baño hammam marroquí  es el GUANTE DE EXFOLIACIÓN KESSA. Nosotros tenemos dos modelos. ESTE, que es menos rugoso y que puede ser más cómodo para gente con la piel muy fina y sensible. Y ESTE que es el guante Kessa tradicional, identico al utilizado en los hammam. Los dos cumplen su función a la perfección. La intensidad del masaje la pones tu, por tanto, como tu regulas la intensidad de la exfoliación, la elección del guante es lo de menos.

Por último, si es invierno, necesitas una estufita para caldear el ambiente. Porque no sólo necesitaremos agua caliente, también necesitamos mantener el vapor de agua generado en el baño para que la piel segregue con la transpiración todas las toxinas acumuladas y estas puedan ser eliminadas con el jabón y el masaje de exfoliación.

Como opción y para zonas en las que el agua es demasiado calcárea, también recomendamos un filtro de ducha como ESTE, que ablanda el agua, eliminando el exceso de cal, haciéndola pasar por dos filtros con piezas redondeadas de Germanio y Turmalina.

Ya tenemos todo lo necesario. Ahora, si es invierno y hace frío,  encendemos la estufa a bastante temperatura y empezamos a mojar nuestra piel con agua a temperatura tibia. Lavamos nuestro pelo con el CHAMPU habitual. Una vez hayamos lavado nuestro pelo, subimos la temperatura del agua hasta un punto que podamos resistir sin quemarnos. Es importante que nos esforcemos en mantener la temperatura lo más alta posible para que los poros de la piel queden bien abiertos antes de aplicar el jabón en pasta.

Cerramos el grifo y aplicamos la pasta de jabón por todo el cuerpo. Primero la cara, los brazos, el tronco, las piernas y por último los piés. La pasta de jabón, con el calor de nuestra piel,  se derretirá y penetrará en los poros para eliminar las toxinas acumuladas. Dejamos actuar la pasta de jabón uno o dos minutos. Empezamos por aclararnos con las manos, sin la manopla, la cara, masajeando sin guante, pero con las manos.


Aclaramos todo el jabón que no haya penetrado en nuestra epidermis con abundante agua caliente, es importante mantener la temperatura alta para que los poros de la piel sigan abiertos. El jabón negro lo que hará es "hinchar" las células muertas que todavía están adheridas a la epidermis para que estas con el masaje exfoliante con el guante, se desprendan del cuerpo junto a las impurezas y toxinas que hemos ido acumulando en los poros. 

Tras los dos o tres minutos de aclarado. Es el momento de ponernos el guante y aplicar el masaje exfoliante al cuerpo, haciendo movimientos circulares. El masaje, activará la circulación sanguínea, llevando, a través de los capilares arteriales todos los nutrientes a las células de la piel  y activando el retorno por las venas capilares. En este proceso también se activa la circulación del sistema linfático. El masaje, al ser exfoliante, eliminará de la superficie de la piel las células muertas, dejando al descubierto la piel más nueva, elástica, hidratada y sana. Al estar el poro abierto, se limpiará la piel en profundidad eliminándose todas las toxinas acumuladas incluso en las capas más profundas de la piel.

Las propiedades organolépticas del aceite de oliva virgen aportarán elasticidad y brillo a la piel libre de células muertas. Los aceites de romero y eucalipto llegarán más fácilmente a cumplir su función de regulación del serum de la piel.

Después del masaje exfoliante, nos aclararemos la piel con agua, primero caliente pero iremos bajando rápidamente la temperatura del agua hasta dejarla a temperatura tibia. Por último, cuando toda la suciedad y las células muertas estén retiradas del cuerpo, terminaremos con 1 minuto de agua algo más fría. De este modo cerramos el poro. Apagaremos la estufa, para que la temperatura del baño vaya descendiendo lo antes posible.

Opcionalmente, antes de secarnos, podemos masajear nuestro cuerpo con ACEITE DE ARGÁN VIRGEN ECOLÓGICO. Utilizamos poca cantidad y   masajeando extenderemos el aceite de argán por todo el cuerpo, especialmente por las zonas donde tengamos habitualmente la piel más áspera y seca ( codos, manos, ect..) incluso en las uñas para fortalecerlas. Cuando el aceite ha penetrado en la piel  nos secamos con toalla de algodón perfumada con AGUA DE AZAHAR O LAVANDA. También es recomendable que las personas con la piel grasa y con tendencia a tener los poros de la piel abiertos, se apliquen AGUA DE ROSAS, puesto que favorecerá el cierre de los poros y mantendrá por más tiempo la limpieza en profundidad conseguida con este baño ritual. 

El resultado es impresionante, la piel queda hidratada, renovada, suave , libre de toxinas y de células muertas. Esperamos que nuestras explicaciones os sirvan de ayuda para disfrutar de un maravilloso baño hammam tradicional marroquí en vuestra propia casa. 

Por cierto…

NO CONFUNDIR BAÑO HAMMAM, BAÑO TURCO Y TERMA ANDALUSÍ.

Habitualmente se tiende a confundir el baño turco, con el baño hammam marroquí y con los baños andalusíes. Aunque hay diferencias sustanciales, a todos, errónea y popularmente se les llama baños árabes.

Las termas andalusíes se caracterizaban por la abundancia de agua corriente y la variedad de tratamientos corporales que en ellas se dispensaban. Tratamientos no sólo encaminados a proporcionar higiene, sino también estéticos y de salud preventiva. El baño Hammam marroquí cumple una función meramente higiénica, es más austero y utiliza menos agua. El baño turco utiliza también muy poco agua, mucho vapor y mucho masaje.
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1 comentario:

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