miércoles, 31 de octubre de 2012

HAFSA BINT AL-HAYY AL-RAKUNIYYA


-HAFSA BINT AL-HAYY AL-RAKUNIYYA [1135-1191]-

Hafsa es una de las poetisas andalusíes más famosas de al-Andalus, y la más celebre de Granada. Hija de un noble de origen bereber, rico e influyente personaje de esta ciudad, nació hacia el año 1135 (año 530 de la Hégira), según la mayoría de sus biógrafos, en la ciudad de Granada. Allí pasó su infancia y juventud en un contexto de intensa agitación política, que asistió a la caída del Imperio Almorávide y la instauración del Califato Almohade.

Alabada por su cultura e ingenio, al igual que por su belleza, estas cualidades le permitieron ocupar pronto un lugar destacado en la Corte almorávide de Granada, donde desarrolló una intensa actividad literaria y educativa, y alcanzó rápidamente la fama. Célebre también fuera de Granada, fue enviada a Rabat (1158) con un grupo de poetas y nobles granadinos ante el califa Abd al-Mumin, quien le concedió el feudo de Rakuna, cerca de Granada, epónimo del que procede el nombre con el que fue conocida la poetisa, al-Rakuniyya.







Sería en el ambiente cortesano de Granada donde conocería al poeta granadino Abu Yafar ibn Said, del ilustre linaje de los Banu Said, con el que inició una pública relación amorosa hacia el año 1154. A raíz de esta relación, ambos amantes desarrollaron un intenso intercambio de poemas amorosos, que se han conservado hasta nuestros días. Asimismo sus amoríos fueron cantados por los poetas de su grupo literario. La situación se complicó en el año 1156, cuando llegó a Granada el gobernador almohade, el príncipe Abu Said ‘Utmãn, hijo del Califa Abd al-Mumin, quien se enamoró de la poetisa. En un principio, Hafsa rechazó al gobernador, pero finalmente se convirtió en su amante, quizá cansada de las veleidades amorosas de Abu Yafar o por presiones del príncipe hacia ella o su familia. Esta situación originaría un conflictivo triángulo amoroso. Abu Yafar, que había sido amigo y secretario del príncipe, hizo a éste objeto de sus sátiras, y acabó participando en una rebelión política contra el gobernador, razón por la que éste lo mandó encarcelar y finalmente crucificar en el año 1163, en Málaga.

Hafsa lloró la prisión y la muerte de su amante en sentidos versos y llegó a llevar luto de viuda por él, a pesar de las amenazas del gobernador. Se retiró de la Corte, abandonando finalmente la actividad poética y centrándose, a partir de entonces, en la enseñanza. Vivió de este modo durante una parte importante de su vida, hasta que, hacia el año 1184, aceptó la invitación del Califa Yaqud al-Mansur y se dirigió a Marrakech para dirigir la educación de las princesas almohades. Allí permaneció hasta 1191, año de su muerte.

Hafsa es la poetisa arábigo-andaluza de la que se conserva un mayor volumen de su producción poética, gracias, sobre todo, al interés de sus biógrafos y de la familia Banu Said. En total, han llegado hasta nuestros días diecisiete poemas, de gran calidad literaria. Heredera de la tradición poética árabe, sin embargo, Hafsa, al contrario de lo que es habitual en ésta, es capaz de expresar, con gran belleza, sus sentimientos reales en un lenguaje llano y espontáneo. La mayoría de sus versos son de tipo amoroso, dirigidos a Abu Yafar, aunque hay algunos satíricos y de elogio a Abu Said, alcanzando la cima de su inspiración en aquéllos en los que se lamenta de la prisión y muerte de su amante. Muestra de las mujeres independientes y cultas de la época de esplendor de al-Andalus, Hafsa fue muy respetada, a pesar de sus aparentes libertades, en su época y por los biógrafos posteriores, que la consideraron como una gran poetisa. Ibn al-Jatib dijo de ella: «Granadina, fue única en su tiempo por su belleza, elegancia, cultura literaria y mordacidad».

Fuente: www.andalucia.cc
No olvides suscribirte, para recibir todas mis actualizaciones, en tu email.

Ingresa tu correo electrónico:

RECUERDA CONFIRMAR TU SUSCRIPCIÓN, HACIENDO CLIC EN EL ENLACE QUE RECIBIRÁS POR EMAIL

No hay comentarios:

Publicar un comentario